Ir al contenidoIr al buscador
Logo de Ediciones Universidad de Salamanca Logo de la Universidad de Salamanca Logo del Centenario de la Universidad de Salamanca Logo de la Fundación General de la Universidad de Salamanca
Palabra
miopía [myopia]
f. (Patol. Oftalmol.). Defecto de la visión consistente en que los rayos luminosos procedentes de objetos situados a cierta distancia del ojo forman foco en un punto anterior a la retina; las personas con miopía tiene dificultades para ver con claridad los objetos lejanos. Wikipedia.

lat. renacent. myōpia de gr. myōpíā μυωπία [my- μύω [ῡ] gr. 'guiñar, cerrar el ojo' + -ōpíā -ωπία gr. 'vista']
Leng. base: gr. Medieval. Docum. en 1492 en lat. renacent. Docum. en fr. 1650 myopie. En gr. tardío myōpíāsis μυωπίασις en médicos del s. IV d.C. como Oribasio o Ps. Galeno con significado análogo; myōpíā μυωπία referido a la vista sólo aparece en médicos bizantinos. Etimol. se explica porque los miopes para ver mejor cierran un poco el ojo.
Imagen
Miopía y su corrección con una lente divergente.
Procedencia de la imagen:
http://es.wikipedia.org/wiki/Miopía

Comentario

Los humanistas italianos y la difusión de la cultura greco-bizantina

En primer lugar vamos a estudiar en orden cronológico los términos griegos interrelacionados directamente con myōpíā μυωπία. El primero es mýōpos μύωπος o mýōps μύωψ, ‘el que guiña’; la primera de estas dos variantes la usa Jenofonte en su Cinegético para hablar de perros que tienen un defecto en la vista; etimológicamente la palabra es un compuesto del verbo mýō μύω ‘cerrar’ y una terminación -ōps relacionada con la vista o los ojos como se ve en la ficha que dedica Dicciomed a los lexemas de esta familia; la explicación es que los miopes cierran algo los ojos para intentar mejorar su visión. La otra forma, mýōps μύωψ, se documentaría en primer lugar en el tratado pseudoaristotélico Problemata, difícil por tanto de fechar; más adelante la volvemos a encontrar en autores tardíos de época imperial. No es fácil trabajar con la forma mýōps μύωψ en los repertorios de textos (TLG) porque tiene un homónimo de uso más extendido que significa ‘tábano’, sobre cuya etimología se ha discutido (1). En cualquier caso, en los Problemata citados encontramos una definición muy buena de la dolencia del miope contrapuesta a la del présbita, dice: ‘el primero acerca aquello que quiere ver mientras que el segundo lo aleja’ (Problemata 959b 38).

A partir de estas formas encontramos después (en el s. II d.C. en el gramático Pólux), un término derivado, myōpíās μυωπίας en el sentido de ‘miope’. Hasta ahora no hemos citado a ningún médico; esto parece indicar que la miopía como tal no era una dolencia reconocida por los médicos de época clásica o postclásica, como Hipócrates, Dioscórides o Galeno. Los médicos de esas épocas emplean para dolencias de los ojos que tienen que ver con la agudeza visual términos imprecisos como amblyōpíā ἀμβλυωπία o amaúrōsis ἀμαύρωσις. En efecto, hay que esperar a Pseudo Galeno (autor que hay que fechar probablemente en torno al s. IV d.C.) y sus Definitiones medicae para que se use en contexto médico myōpíāsis μυωπίασις. Su definición médica de la dolencia es bastante precisa. Dice:

«Es una afección congénita en la que se ven los objetos cercanos pero los lejanos, o poco, o nada en absoluto.» (Ps. Galeno, Definitiones Medicae, K. 19, 436).

Una definición muy similar, también del término myōpíāsis μυωπίασις, la encontramos en Oribasio (s. IV d.C.) en su Synopsis ad Eustathium filium 8.54. Pablo de Egina, médico bizantino del s. VII, copia las palabras de Oribasio en sus Epitomae medicae (3.22).

Según los datos del TLG, el primer médico griego que utiliza la palabra myōpíā μυωπία en el sentido que aquí nos interesa, probablemente por abreviación de myōpíāsis, es Aecio de Amida, médico bizantino del s. VI que ofrece de nuevo una definición semejante a la anterior; dice:

«Sobre la miopía (myōpíā μυωπία). Se llaman miopes a los que de nacimiento ven objetos pequeños y que están cerca pero que no pueden ver objetos grandes que estén lejos.» (Iatricorum 47).

Con posterioridad a Aecio vuelven a hablar de la miopía (myōpíā μυωπία) solo los médicos bizantinos Juan Actuario (ss. XIII-XIV) y Pablo de Nicea, cuya fecha es incierta, solo sabemos que es posterior al s. VII y anterior al XIV.

De nuestro estudio de la familia de palabras griegas en torno a myōpíā μυωπία concluimos que son palabras muy poco utilizadas en su conjunto y que, más concretamente, hay que esperar a médicos bizantinos del s. VI para encontrar el propio término myōpíā μυωπία. Solo nos queda por decir que existe un homónimo de myōpíā μυωπία con el significado de ‘madriguera de ratón’ que, evidentemente, tiene otra etimología (mys μῦς ‘ratón’ + opē ὀπή ‘agujero’ + -íā) y nada tiene que ver con lo que estamos tratando aquí (lo usan los escritores griegos que hablan de animales como Aristóteles, Caludio Eliano, etc.).

En autores latinos antiguos no encontramos myōpíā μυωπία pero sí myōps que Aulo Gelio, s. II d.C., considera que es la forma griega de algo que en latín se dice luscītiōsus. La definición que da Isidoro de Sevilla (ss. VI-VII) sobre este término (que, por otra parte, es la misma que encuentra en los diccionarios latinos) no coincide con la del miope; dice: luscitiosus, qui vesperi nihil videt (Etymologiae 10.163) y se aproxima más a la de hemerálope. Más tarde, en el s. X se registra myopia de forma aislada en una traducción al latín de Pablo de Egina (según OED).

Ermolao BarbaroErmolao Barbaro

Así las cosas llama mucho la atención que el humanista Ermolao Barbaro (1453-1493) use en 1492 en sus Castigationes Plinianae en lat. myōpia con toda naturalidad y con pleno conocimiento de que hay dos términos homónimos con distintos significados, por un lado, dice: myopia … uitium eorum quos greci myopas vocant, por otro, murum cavernulae. Ermolao Barbaro fue un veneciano de una familia muy importante, los Barbaro, que contó con varios humanistas (Francesco Barbaro, Daniele Barbaro); recibió una educación exquisita de la mano de grandes humanistas como Pomponio Leto y Teodoro Gaza, importatne humanista griego, instalado en Italia desde 1430 (antes de la caída definitiva de Constantinopla en 1453), especialista en los tratados de ciencia natural de Aristóteles. En cualquier caso Ermolao adquirió un conocimiento profundo del griego porque saber que hay dos myōpíā μυωπία no se aprende en la primera lección de griego. Como es bien sabido, Venecia tuvo mucha relación con Constantinopla y Bizancio, también fue allí donde se refugiaron muchos de los bizantinos que abandonaron su patria tras la caída del imperio bizantino. Quizá no fue Ermolao Barbaro el primero que usó en latín renacentista el término myōpia con el valor de 'defecto de la vista', pero desde luego podemos estar seguros que él estaba especialmente bien situado, geográfica e intelectualmente, para traspasar y difundir términos bizantinos en latín. Estamos acostumbrados a pensar, con razón, que los humanistas fueron fundamentales para traducir la ciencia griega al latín en el renacimiento; aquí sin embargo, nos encontramos con un matiz de interés; se trata de una palabra bizantina y no una de Hipócrates o Galeno; es decir, también traspasaron ciencia médica bizantina; para decirlo todo, es verdad que no suele ser muy original y básicamente es repetición de los médicos clásicos.

Más adelante, en el s. XVI aparece la palabra en tratados médicos latinos; por otra parte se tradujo a Aecio al latín (1534); así myōpia se transformó en término habitual en los médicos renacentistas; no tiene nada de particular que lo encontremos en lenguas modernas en el s. XVII, se documenta primero en francés en 1650 y en 1654 en inglés.

En conclusión, debemos considerar esta palabra como bizantina, aunque tenga un antecedente en griego tardío del s. IV en la forma myōpíāsis; desde Bizancio llegó a Italia, primero en el s. X sin repercusión y después, ya para quedarse, en el renacimiento, como atestigua Ermolao Barbaro.

Francisco Cortés. Enero 2012.

(1) L. Gil Fernández no descarta una relación etimológica con los términos que estudiamos en este comentario y cita el paralelo de al. Blindfliege (Chrysops caecutiens), en Nombres de insectos en griego antiguo, Madrid 1959, 81. Él mismo y otros estudiosos han relacionado en griego el nombre griego del tábano con el de la mosca, gr. muîa μυῖα, cf. Chantraine o Beekes.

Referencias bibliográficas.

Introducción al lenguaje científico:
Año: 1492
Esta palabra también aparece en las siguientes entradas:
ametropía; miope; queratotomía
ISBN: 8478005722