Ir al contenidoIr al buscador
Logo de Ediciones Universidad de Salamanca Logo de la Universidad de Salamanca Logo del Centenario de la Universidad de Salamanca Logo de la Fundación General de la Universidad de Salamanca
Palabra
endocrino, na [endocrine]
adj. (Fisiol.). Aplicado a glándulas que vierten directamente en la sangre los productos que segregan. Wikipedia.

fr. endocrine [endo- ἐνδο- gr. 'dentro' + krin- (ἐκ)κρίνω gr. 'segregar' (sign. 1 'separar') + -o/-a esp.]
Leng. base: gr. Neol. s. XX. Acuñada en 1893 en fr. por G.E. Laguesse.

Comentario

De la secreción interna a la endocrinología

De forma paralela a los enormes avances que experimentaron las ciencias médicas y biológicas en los siglos XIX y XX fue necesario ir creando nuevas palabras; como resultado de ese proceso, estos siglos han sido con diferencia los más creativos en el vocabulario médico y biológico. Y los neologismos introducidos en esa época tienen una característica muy llamativa: la presencia del griego en ellos es, sencillamente, abrumadora.

Es verdad que en este aspecto los datos de Dicciomed tienen todavía una distorsión por haber sido hasta hace poco más de un año un diccionario de helenismos por lo que sufre todavía de un déficit de palabras de origen latino. Como no existe ningún otro diccionario que ofrezca datos desde esta perspectiva, que permita combinar el origen lingüístico de los términos con su fecha de creación, tendremos que conformarnos con los que nos proporciona Dicciomed*. Pues bien, de 3555 neologismos que en marzo de 2009 tenían como fecha de creación los ss. XIX o XX, en 3321 de ellos interviene el griego (2599 son de origen griego en su totalidad; 362 son híbridos sufijales, es decir, su(s) lexema(s) principal(es) son de origen griego pero tienen un sufijo de origen latino o propio del lenguaje de la química; y 360 son híbridos grecolatinos, es decir tienen un lexema griego combinado con uno latino). En conjunto, la mayor parte de estas creaciones terminológicas son muy respetuosas con el griego e interpretan perfectamente el significado de los lexemas que utilizan. Ello se debe a que, por una parte, los propios científicos tenían muchas veces una buena formación en latín y griego durante el s. XIX y la primera mitad del s. XX, o, por otra, a que acudían a especialistas de esas lenguas para orientarles en el proceso de acuñación de una nueva palabra. Este es el caso, creemos, de las palabras que ocupan nuestro comentario.

Claude Bernard fue un eminente biólogo y médico francés, concretamente destacó por sus estudios de fisiología referidos al páncreas y al hígado. Fruto de sus investigaciones acuñó un nuevo concepto, desconocido hasta entonces, secreción interna, como podemos comprobar en este enlace que remite a una página de sus Leçons de physiologie expérimentale appliquée à la médecine de 1855, p. 100:

«Debe quedarles a Vds. ahora bien establecido que en el hígado hay dos funciones que son por naturaleza propias de la secreción; una, la secreción externa, produce la bilis que se vierte hacia el exterior; la otra, la secreción interna, forma el azúcar que entra inmediatamente en la sangre de la circulación general.»

Hasta aquí hemos visto la primera fase de la creación de un término: se establece y define un nuevo concepto pero todavía se usan palabras ya existentes.

Pasamos ahora a la segunda fase: la creación del neologismo. El término endocrino fue acuñado en francés endocrine en 1893 por Gustave-Edouard Laguesse (1861-1927) como se documenta en este artículo ("Hormonology: a genomic perspective on hormonal research") de la revista Journal of Endocrinology de 2005. Laguesse fue un histólogo que es más conocido por haber sido quien dio nombre a los islotes de Langerhans, regiones del páncreas donde se encuentran las células endocrinas que producen hormonas, como la insulina y el glucagón. Vamos a detenernos en la formación del adjetivo endocrino, na desde el punto de vista lingüístico y del griego. Se suele afirmar que es un compuesto de dos lexemas, endo ἐνδο- que significa 'dentro', 'interior' y otro, krīnein κρίνειν, que significa 'separar'. No estamos del todo de acuerdo en lo que afecta al segundo elemento; pensamos que es una abreviación de ekkrīnein ἐκκρίνειν que es un verbo que significa 'secretar' desde Hipócrates, s. V a.C., compuesto de ek y del verbo anteriormente citado krīnein, y es muy frecuente en médicos griegos (más de 1200 ejemplos, según el TLG). Desde que Claude Bernard introdujo secreción interna hasta 1893 hubo tiempo más que suficiente para preguntar a filólogos griegos cómo se decía 'secretar' en griego y para que éstos encontraran la respuesta. La respuesta fue, sin duda, ekkrīnein que, además, está etimológicamente emparentado con el elemento crē- que encontramos en secretār(e) y sēcrētiōn(em) del latín; ahora bien, el concepto para el que lo aplicaban los médicos griegos era la sudoración y otras secreciones externas puesto que etimológicamente lo que significa es 'separar y apartar', véase en latín, con el mismo significado etimológico, excremento; a la hora de crear endocrino, na se interpretó que el ek inicial indicaba 'externo' y se suprimió para sustituirlo por endo 'interno', puesto que lo que se intentaba resaltar era que la secreción era interna. En definitiva, queremos insistir en que etimológicamente endocrino no se entiende si no se parte de los valores de ekkrīnein en griego, aunque sólo Dicciomed contempla esa posibilidad entre todos los diccionarios etimológicos que hemos consultado.

Tras la introducción de endocrino, na, si uno recuerda las palabras de Claude Bernard que se han citado más arriba, era evidente que había que crear exocrino, na; la palabra la documenta, también en francés, el Robert en 1904 (es muy posible que se puede adelantar su fecha algún año antes pero no muchos más).

El siguiente paso no era muy complicado, pero es revelador de todos los descubrimientos que se estaban haciendo en aquellos años sobre el funcionamiento de las hormonas y las glándulas que las secretaban. Así, en 1915 el italiano Nicola Pende acuñó la palabra endocrinología al darle este título a su grueso tratado, Endocrinologia. Patologia Clinica degli organi a secrezione interna. La historia de la endocrinología española está hecha en un libro de A. Orozco, Historia de la endocrinología española (1999) y se puede leer fragmentariamente en este enlace.

Dejamos para otra palabra de la semana la historia de hormona que es complementaria de los términos que hemos comentado en esta ocasión.

* Si Vd. quiere hacer una búsqueda combinada por fecha y lengua de creación, pulse en "Palabras por fechas", después seleccione el siglo o época y a continuación ordene el listado por lengua de origen.

Las referencias bibliogáficas que se han citado abreviadamente pueden encontrarse aquí.

Francisco Cortés. Abril de 2009.

ISBN: 8478005722