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Palabra
próstata [prostate]
f. (Anat.). Glándula pequeña irregular, de color rojizo, que tienen los machos de los mamíferos unida al cuello de la vejiga de la orina y a la uretra, y que segrega un líquido blanquecino y viscoso. Wikipedia.

fr. prostate de gr. parastátēs παραστάτης [pró πρό gr. 'delante de', 'antes de' + sta- ἱστάναι gr. 'estar (de pie)', 'colocar' + -t(ēs) gr. 'dedicado a', 'que hace']
Leng. base: gr. Antigua reintroducida. Docum. en 1549 en fr. prostate en sentido anatómico. En gr. se llamaba esa glándula, desde Herófilo, s. III a.C., parastátēs παραστάτης 'que está al lado', 'anexo'; próstata se origina por la mala lectura de un manuscrito de Galeno con cambio de preposición por cruce con la palabra gr. prostátēs προστάτης 'que está delante', 'jefe'.
Imagen
Procedencia de la imagen:
https://es.wikipedia.org/wiki/Próstata

Comentario

Un error duradero en el paso de griego a latín

Si se intenta establecer la etimología de próstata se llega al significado 'que está delante'. Ahora bien, ¿delante de qué está la próstata?, ¿del recto?, como se ha afirmado a veces para intentar justificar esa etimología. Sobre la situación de la próstata, véanse los dibujos de Wikipedia. En realidad, nadie describiría la próstata por estar delante; tampoco la designaron así los griegos.

En efecto, si se busca hoy día prostátēs προστάτης, la forma de la que procede en lenguas modernas próstata, en el conjunto de los médicos griegos no se encuentra ninguna aplicación anatómica del término; aparece sólo con el significado de ‘jefe’. Sin embargo, el OED influido por un error del LSJ, afirma que prostátēs προστάτης en gr. helenístico significaba 'próstata' (en el texto galénico con el que documenta dicha afirmación el LSJ ese término significa 'jefe' y no 'próstata').

Por el contrario, Galeno, De usu partium, K. IV 190 dice: “El líquido que se produce en esos cuerpos glandulares se vierte al conducto de la orina en los machos al mismo tiempo que el esperma. Sus funciones son excitar para la relación sexual, producir placer y humedecer el conducto de la orina durante el contacto sexual. Fue Herófilo el primero que los llamó ‘anexos glandulares’ (adenoideîs parastataí ἀδενοειδεῖς παρασταταί) glandulares”. Este término, parastátēs παραστάτης, aparece cerca de 40 veces en el conjunto de los médicos griegos antiguos. Tenemos, por tanto, seguridad plena de que era así como llamaban los griegos a la próstata y por la cita de Galeno, de que fue Herófilo quien acuñó el término, tal y como ha demostrado H. von Staden en su magnífica monografía (Herophilus: The Art of Medicine in Early Alexandria, Cambridge 1989) sobre este médico fundador de la famosa escuela médica de Alejandría a principios del s. III a.C., que fue también de los primeros que practicó el arte de la disección.

¿De dónde procede pues el error? Parece que del manuscrito que se usó para hacer alguna edición o traducción latina del De usu partium de Galeno. El error no está en la primera edición griega renacentista de ese texto, la aldina de 1525 (puede verse ἀδενοειδεῖς παραστάτας en el renglón 36 hacia la izquierda), y tampoco está en la traducción del De usu partium del s. XIV de Rheginus, publicada en 1549, que deja parastátas παραστάτας en gr. sin traducir; véase sobre el problema de las traducciones latinas de Galeno y sus fechas, el comentario de disección. La primera documentación la encontramos en francés prostate pero citando el termino en gr. «ἀδηνοιδεῖς προστατάς», en una obra de 1549 de Loys Vasse, un discípulo de Vasalio. La confusión de parastátēs παραστάτης a prostátēs προστάτης es fácilmente comprensible. Lo curioso es que un error concreto de copia, enfrentado a todo un conjunto de textos y manuscritos que tenían la forma original, se transformara en el origen del término latino prostata que fue el que pasó a las lenguas modernas. Uno contra todos, pero acabó venciendo. Es que las traducciones se copiaban (como ocurre también ahora, por otra parte) y no siempre se acudía a los originales griegos que hubieran deshecho el entuerto con rapidez.

Referencias bibliográficas.

Francisco Cortés. Octubre 2007. Modificado en octubre de 2019.

Introducción al lenguaje científico:
Año: 1549
ISBN: 8478005722