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Palabra
oxígeno [oxygen]
m. (Química). Elemento químico de núm. atóm. 8. Muy abundante en la corteza terrestre, constituye casi una quinta parte del aire atmosférico en su forma molecular O2. Forma parte del agua, de los óxidos, de casi todos los ácidos y sustancias orgánicas, y está presente en todos los seres vivos. Gas más pesado que el aire, incoloro, inodoro, insípido y muy reactivo, es esencial para la respiración y activa los procesos de combustión. (Símb. O). Wikipedia.

fr. oxygène de fr.oxygine [oxy- ὀξύς gr. 'ácido' (sign 1 'agudo') + gen- γεν- gr. cient. 'que genera' + -o esp.]
Leng. base: gr. Neol. s. XVIII. Acuñada en 1778 en fr. por A. Lavoisier. oxygine, luego en 1783 oxygène; por analogía con las palabras gr. acabadas en -genḗs -γενής, con el significado 'que produce', 'que engendra', por tanto, etimol. 'que produce ácidos'. Este es el origen del valor de la mayor parte de los términos científicos acabados en -geno.

Comentario

Griego y latín en los elementos compositivos -geno, -gena

Son varias las cuestiones que plantea el elemento compositivo -geno con el significado 'que genera'. Fue el gran químico Lavoisier quien introdujo en vocabulario científico ese elemento con ese significado a raíz de la creación del término oxígeno en 1778. Vamos a separar las distintas cuestiones que se plantean.

1ª cuestión: hay dos elementos compositivos -geno/-gena que han influido uno sobre otro pero que son distintos. Usar -geno con el valor 'que genera' supone un neologismo de significado porque ni en griego las palabras acabadas en -genḗs -γενής (unas 170 según Liddell-Scott) ni en latín las que terminan en -genu(m)/-gena(m) (algo más de 20, según Lewis-Short) tienen ese valor (1). El significado básico de este elemento compositivo es en ambas lenguas 'nacido en', 'generado en'; la coincidencia de latín y griego es fácil de explicar remontándose al indoeuropeo. Griego -genḗs 'generado en' ha servido para acuñar palabras de léxico científico actual, además de usarse en algún término griego que todavía sigue vigente. Hay una palabra en la que se ve perfectamente cuál era su valor antiguo, es endógeno, na. Como explican los diccionarios, en griego endogenḗs ἐνδογενής se aplica al esclavo que ha nacido en casa. Luego, ya en el s. XIX, más concretamente en 1813, el botánico y médico suizo A. P. de Candolle la reintrodujo en francés endogène con un cambio parcial de significado y adquirió el actual, 'que se origina o nace en el interior'. Ya de puestos, creó un neologismo como antónimo, exogène, exógeno, na 'que se genera fuera'. Por tanto, tenemos en español dos -geno/-gena con distinto significado y origen, el que empezó a emplearse a raíz de oxígeno con el significado 'que genera' y el antiguo con el valor de 'generado en'.

2ª cuestión, ¿griego o latín? Ya en algún otro comentario de la semana hemos comentado que a veces no es fácil distinguir si un étimo es griego o latino dada la proximidad entre ambas lenguas, tanto por su origen indoeuropeo, como por las relaciones tan estrechas que mantuvieron durante muchos siglos. A pesar de que hay diccionarios que mantienen lo contrario, creemos que podemos afirmar con seguridad que el formante -geno/-gena procede del griego en sus dos acepciones, desde luego podemos estar seguros de ello para oxígeno. En efecto, Lavoisier, acuñó el término en la expresión principe oxygine, es decir, 'principio que provoca ácidos', dado que oxygine es el correspondiente griego, tal y como afirma Lavoisier, del latino acidificante, como se puede leer aquí en un extracto de sus obras completas. Ya hemos comentado en otras ocasiones, también, que en los ss. XVIII y XIX se prefería utilizar elementos léxicos griegos frente a los latinos, porque daban prestigio a las palabras acuñadas. El neologismo de Lavoisier es bastante transparente, oxy- vale por 'ácido' y -gine procede, no de la terminación -genḗs, sino directamente del verbo geínomai γείνομαι 'engendrar' (lo afirma el propio Lavoisier a propósito de la creación de hydrogène, como se puede leer aquí, de ahí que fuera durante muy poco tiempo en francés -gine y no -gène. Muy pronto algún filólogo debió advertir a Lavoisier que geínomai era un verbo y que lo normal para formar un compuesto nominal era usar elementos nominales y que el elemento nominal relacionado con ese verbo y usado para formar compuestos era el mencionado -genḗs, de ahí el cambio de oxygine a oxygène que debió ocurrir muy poco después de 1778. Es un ejemplo de la influencia mutua que ejercieron los dos elementos compositivos de los que venimos hablando. Desde el punto de vista morfológico estaba mucho mejor oxygène frente a oxygine pero no desde el punto de vista del significado, por lo que hemos dicho anteriormente. En fin que -geno/-gena 'que genera' procede del griego sin duda ninguna, aunque su significado sea novedoso. Tampoco cabe duda del origen griego del otro -geno/-gena, el que significa 'generado en'.

3ª cuestión, bastante farragosa, por cierto y con poco interés para la mayor parte de los lectores: ¿por qué se cambió oxygine en oxygène?, ¿por qué esos elementos compositivos que servían para hacer adjetivos han adoptado en español la forma que tienen?, ¿ha influido el latín en ello? Ha quedado claro por lo anterior que el elemento compositivo -geno/-gena con el valor 'que genera' servía para hacer adjetivos y que Lavoisier lo utilizó como tal en origen, puesto que habla de principe oxygine; bien es verdad que pronto se usará oxygène ('que genera ácidos'), hydrogène ('que genera agua', acuñada también por Lavoisier en 1787), nitrogène ('que genera nitratos', responsabilidad de Chaptal en 1790) como sustantivos. Que los compuestos griegos en -genḗs eran adjetivos está fuera de discusión y por tanto no hay nada que comentar en ese sentido, aunque sí en cuanto a la forma, puesto que en griego son adjetivos que no distinguen entre masculino y femenino, como tampoco los distinguen los adjetivos franceses acabados en -gène derivados de griego -genḗs. Existían dos adjetivos griegos con la terminación -genḗs que dieron mucho juego en vocabulario filosófico, se trata de homogenḗs ὁμογενής y heterogenḗs ἑτερογενής. El significado etimológico del primero sería 'que ha nacido igual', 'que es igual en su naturaleza' frente al valor 'que ha nacido diferente', 'que es distinto en su naturaleza' del segundo. Se adaptaron en latín medieval en las formas homogene-u(m)/-a(m) (atestiguada en torno al año 1000) y heterogene-u(m)/-a(m) (atestiguada unos siglos más tarde, hacia 1300). Por eso tenemos en español homogéneo, a y heterogéneo, a. Sin embargo, en francés dieron lugar a homogénée, hétérogénée, primero y luego homogène y hétérogène después, a principios del s. XVIII, sin distinción de género. Pensamos que esa es la clave del cambio oxygine a oxygène que se había producido ya en 1782. Estas dos palabras eran las únicas que estaban en uso en vocabulario científico en francés que tuvieran la terminación -gène. Al adaptar al español oxygène, hydrogène, nitrogène se les dotó de forma natural con una terminación -o, después al adaptarse endogène, exogène que funcionaban como adjetivos se distinguió entre -geno y -gena y nada o poco tuvieron que ver en ello la quincena de compuestos latinos con terminación -genu(m)/-gena(m), sencillamente porque las palabras latinas que usan ese elemento no han pasado a vocabulario moderno de los ss. XVIII o XIX y no pudieron influir en el proceso. El griego y el francés explican el fenómeno. No hace falta en este caso el latín.

En conclusión, hay dos elementos compositivos en español con la forma -geno/-gena con distintos significados. Ninguno de ellos tiene relación con los adjetivos latinos formados con -genu(m)/-gena(m).

Una vez más para hacer este comentario ha sido fundamental la información s.v. -gen del Oxford English Dictionary. Con todos los respetos disentimos de la opinión al respecto de D. Pharies, Diccionario etimológico de los sufijos españoles, Madrid 2002. Otras referencias bibliográficas.

Francisco Cortés. Mayo de 2010.

(1) Hay una excepción en latín que creemos que es sólo aparente, se trata de flōrigen-u(m)/-a(m) que los diccionarios vierten 'que produce flores', pero depende de un único texto del s. V d.C. con problemas de lectura, probablemente haya que leer flōriger-u(m)/-a(m), véase TLL, s.v..

Introducción al lenguaje científico:
Año: 1778
ISBN: 8478005722