Ir al contenidoIr al buscador
Logo de Ediciones Universidad de Salamanca Logo de la Universidad de Salamanca Logo del Centenario de la Universidad de Salamanca Logo de la Fundación General de la Universidad de Salamanca
Palabra
paciente [patient]
m. y f. (Medicina). Persona enferma o que se halla sometida a tratamiento por enfermedad. Wikipedia.

[patī lat. 'sufrir', 'soportar' + -nte(m) lat. 'que hace']
Leng. base: lat. Antigua calco del gr. En buena medida la forma lat. patiente(m), participio activo de patī 'sufrir', recoge los significados médicos del participio gr. ho pathṓn ὁ παθών que utilizan los médicos gr. con el valor actual de 'paciente'; docum. en esp. en 1250 y con el significado aquí recogido en el s. XIV.

Comentario

Un calco latino del griego (s. V d.C.)

Como hemos explicado en otros comentarios de palabras de la semana, el latín tuvo una relación muy estrecha con el griego durante muchos siglos; ello propició el paso de vocabulario de una lengua a otra, especialmente del griego al latín. La explicación habitual es que el griego, incluso después de la extensión del poderío romano a gran parte de Europa y Oriente Medio, siguió siendo la lengua principal en la parte oriental del imperio y lengua de cultura en todo el imperio. En muchas producciones culturales, el griego era la lengua de referencia; así en el campo de la filosofía y ciencia en general. En una situación como la descrita son muy frecuentes los préstamos sobre todo en un nivel de lengua culto; por tanto, no debemos extrañarnos de la gran cantidad de helenismos que se pueden encontrar en un diccionario de latín. No se olvide que los romanos introdujeron dos letras nuevas en su alfabeto para poder escribir palabras de origen griego, la y griega y la z, y reflejar así la pronunciación griega de unos sonidos inexistentes en la fonología latina. Sin embargo, existe otra forma de traspaso de vocabulario que queda más disimulada, son los calcos: una palabra latina se carga del significado de una griega; es decir, añade un significado inexistente hasta el momento en que se produce el calco.

Los buenos diccionarios de latín suelen dar cuenta de esos calcos y señalan las acepciones de palabras latinas que se deben a influjo de términos griegos, así hacen el Oxford Latin Dictionary, el Thesaurus linguae latinae o el Dictionnaire de la langue latine. Histoire des mots de Ernout y Meillet. Pero, a veces, cuando el calco se produjo en una época tardía, no siempre informan del fenómeno. En el caso que nos ocupa, sólo el último de los citados lo hace. A su vez, como esos diccionarios latinos son la referencia para los diccionarios de lenguas modernas, pues muchos de estos fenómenos de calco pasan desapercibidos aunque uno maneje las mejores herramientas lexicográficas posibles. Así, la ultimísima versión del Oxford English Dictionary, con aportaciones de 2008, que sólo se puede consultar en internet, tiene una documentación absolutamente admirable sobre el término patient y nos informa con todo detalle de la fecha en que se documentan los distintos significados de la palabra, no sólo en inglés, también en español, francés, italiano, portugués, catalán, etc. Pues bien, a pesar de lo exhaustivo de su información, no recoge que el significado de paciente como 'enfermo' está documentado en latín tardío, concretamente en Celio Aureliano, del que ya hemos hablado en más ocasiones a propósito de otros calcos, y uno de los representantes más importantes de la medicina romana (en cuanto que usaban el latín como lengua de expresión) que se produjo en el siglo V en el norte de África. Aunque estos autores médicos escribían en latín, sus fuentes eran griegas, como no podía ser de otra manera, en cuanto que la medicina se había escrito hasta esa fecha siempre en griego, independientemente de que sus autores fueran propiamente griegos o no. En fin, una situación parecida a lo que ocurre ahora con el inglés. Nadie duda de que sea la principal lengua de difusión del conocimiento médico, biológico, etc. Como bien saben los traductores médicos, las publicaciones médicas actuales en español, francés, italiano, etc., sufren un influjo permanente de la lengua inglesa que propicia que se produzcan anglicismos y calcos del inglés. No debe extrañarnos, por tanto, que estos autores médicos del s. V d.C. escribieran en un latín muy influido por el griego. Además las posibilidades de que se produzcan ese tipo de fenómeno aumentan de forma exponencial cuando el hablante o escritor latino creía que existía una relación etimológica entre las palabras griegas y latinas afectadas.

Este es el caso que nos ocupa. En efecto, es difícil sustraerse a la tentación de establecer un vínculo entre el verbo latino patior y el verbo griego páskhō πάσχω, cuya raíz, sin desinencias temporales o modales, es path-, por tanto, muy cerca de la raíz latina pat- correspondiente; además de este gran parecido formal, muchos de sus significados son prácticamente idénticos; dicho de otra forma, cuando se traducía del griego al latín, casi todos los usos léxicos de griego páskhō se podían traspasar en latín con patior. Hasta que no se desarrolló la lingüística histórica con bases científicas en el s. XIX no se pudo establecer que lo más probable es que ambas formas no tienen relación etimológica, aunque Ernout-Meillet no la descartan absolutamente. Son estos autores los que señalan en su admirable diccionario (cosa que olvida inexplicablemente el Thesaurus linguae latinae), que latín patiens con el significado en latín tardío de 'enfermo' es calco de griego ho pathṓn ὁ παθών que está documentado con ese valor desde Hipócrates, S. V a.C. (De morbis 1.14). Por ejemplo, Celio Aureliano, el autor en el que mejor se documenta este uso, dice en su tratado de Tardae Passiones I 77 (Enfermedades crónicas):

«si infans aetas fuerit patientis, erunt maiora prohibenda ob debilitatem uirium» (Si la edad del paciente fuera la de la infancia habrá que evitarle en mayor medida las cosas por la debilidad de sus fuerzas.)

Pero, ¿por qué lo llamamos calco y no sencillamente traducción? Porque pensamos que no es propio del latín un significado en el que patior tiene el valor de 'estar enfermo', ni pudo desarrollarlo de forma autónoma. No es una traducción porque en latín ese verbo no significaba 'estar enfermo'. Se traspasó ese valor del verbo griego páskhō πάσχω. Si uno abre un diccionario y busca patior y páskhō πάσχω tiene la impresión de que ambos significan lo mismo: 'sucederle a uno cosas', 'experimentar'; sin embargo, el verbo latino adopta a partir de ese significado básico más bien el valor de 'soportar', 'aguantar', mientras que el verbo griego adopta valores de 'sufrir', 'padecer desgracia' y de ahí el de 'estar enfermo'. La mejor prueba es que en época clásica el sustantivo verbal passiōn(em) no significaba en ningún caso 'enfermedad', cosa que sí ocurría con su homólogo griego páthos πάθος. Es verdad que después, una vez más en latín tardío y en los médicos del s. V de los que venimos hablando, también por calco (este sí reconocido por los diccionarios), añadió el significado de 'enfermedaad'; véase el título del propio tratado de Celio Aureliano que acabamos de citar para ejemplificar este uso. Este calco nos interesa menos, en cuanto que la palabra no ha perdurado hasta nuestros días con ese significado, aunque está perfectamente documentada en castellano medieval desde el s. XIV. Evidentemente es un terreno bastante opinable y resbaladizo, es difícil establecer fronteras estrictas entre traducción y calco. Recordemos para acabar, al margen del vocabulario médico, pero a propósito de los mismos lexemas, que en gramática decir voz pasiva es un calco latino del adjetivo griego pathētikós παθητικός.

Las referencias bibliogáficas que se han citado abreviadamente pueden encontrarse aquí.

Francisco Cortés. Marzo de 2009.

ISBN: 8478005722