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Palabra
uréter [ureter]
m. (Anat.). Cada uno de los conductos por donde desciende la orina a la vejiga desde los riñones. Wikipedia.

lat. mediev. ūrētēr de gr. ourḗtēr οὐρήτηρ [our(ē)- οὐρέω gr. 'orinar' + -tēr/-tōr/-tr(o)- gr. 'que hace', 'instrumento']
Leng. base: gr. Antigua reintroducida. Docum. en 1527 en lat. renacent. Docum. en fr. uretère en 1538; docum. en esp. en 1570. En gr. primero (Hipócrates, Aristóteles) era variante de uretra, después, así en Galeno, s. II d.C., tenía el significado actual; pasó a lat. mediev.
Imagen
El 4 es el uréter.
Procedencia de la imagen:
http://es.wikipedia.org/wiki/Uréter

Comentario

Un doblete morfológico que se especializó en dos significados

Si uno busca la palabra ourḗtēr οὐρήτηρ en el diccionario griego de referencia, el Liddell-Scott, descubre en seguida que en época de Hipócrates tenía el mismo significado que ourḗthrā οὐρήθρα, es decir, ambas palabras en ese momento significaban 'conducto que lleva la orina de la vejiga hasta el exterior del cuerpo', es decir, en terminología actual, 'uretra'. Desde un punto de vista morfológico no nos sorprende que así ocurra en griego, en cuanto que son dos palabras constituidas exactamente igual, la raíz verbal oure- que significa 'orinar' y un sufijo que expresa el instrumento -tēr. Este sufijo de origen indoeuropeo tenía variantes formales en griego, unas veces era -tēr, otras -thrā, otras -tōr/-tr(o); en latín tiene la forma -ter/-tōr-. Cualquiera de las dos palabras citadas equivale a decir en español meadero, con un sentido de 'instrumento o conducto para orinar', con un sufijo -dero descendiente del -ter/-tōr- latino ya citado. Es bastante llamativo que se puedan encontrar ambas palabras, ourḗtēr y ourḗthrā no sólo en el mismo autor, Hipócrates, sino incluso en el mismo tratado (De mulierum affectibus), como sinónimos absolutos, pero eso es una cuestión sobre la que tendrán que discutir especialistas en filología griega y no interesa a nuestros lectores.

Afirma Hipócrates en su De aëre aquis et locis 9.38:

«A las mujeres no se les forman piedras con tanta facilidad pues su uretra (ourḗtēr en griego), que viene de la vejiga, es corta y ancha.»

Por otra parte, en su tratado De semine, de natura pueri, de morbis dice al enumerar los orificios del organismo por los que se pueden expulsar desechos:

«Son cuatro ... la boca, las narices, el ano y la uretra (ourḗthrā en griego)».

La conclusión que podemos extraer de lo dicho hasta ahora es que en Hipócrates existía un doblete terminológico, dos palabras formalmente muy próximas ourḗtēr y ourḗthrā, significaban lo mismo, 'uretra'.

Es bien sabido que las lenguas son sistemas económicos y que por tanto evitan repeticiones innecesarias; no nos sorprende por tanto que un par de siglos más tarde, al aumentar los conocimientos de anatomía, en época de la medicina alejandrina, el doblete se hubiera deshecho y se hubiera aprovechado. Probablemente fue a partir de ese momento cuando los médicos griegos usaron la palabra ourḗthrā con el significado de 'uretra' y ourḗtēr para designar el 'uréter' o 'cada uno de los conductos por donde desciende la orina a la vejiga desde los riñones'. Aunque sospechamos que médicos de los ss. IV o III a.C., como Diocles, o Erasístrato, usaban así la palabra, no tenemos seguridad al aparecer esa información en textos citados por Galeno en los que no podemos precisar con seguridad cuáles son las palabras de Galeno y cuáles las de Diocles o Erasístrato.

Tenemos que esperar a Rufo de Éfeso, un médico del s. I d.C. muy preocupado por la terminología médica, para encontrar ahora ya con total claridad y sin ninguna interpretación posible la definición de ambos términos, cuando afirma para deshacer los equívocos que provocaba la lectura de Hipócrates:

«El conducto por el que sale al exterior el esperma y la orina es la uretra (ourḗthrā) o meato urinario; no hay que llamarlo uréter; los uréteres son otros conductos por los que se vierte la orina de los riñones a la vejiga.» (De corporis humani appellationibus 103).

En autores latinos tardíos (s. V d.C.), como Celio Aureliano encontramos οὐρήθρα o ūrēthra, es decir, una veces escrito en griego y otras transliterado, pero no ourḗtēr. Habrá que esperar al Renacimiento para que aparezca uretère en francés en 1538 según nos informa el diccionario Robert y a 1634 para encontrar urethra en textos ingleses, cosa de lo que nos informa el Oxford English Dictionary. Parece una cuestión de azar esta distribución pero no lo es. Tiene una explicación, basta fijarse en qué textos de Galeno aparecen ambas palabras. En efecto, emplea ourḗtēr 'uréter' en varias de sus obras y, más concretamente, en 6 ocasiones en su De usu partium, un tratado fisiológico-anatómico que se leyó durante la Edad Media y el Renacimiento y que no debe extrañarnos que sea utilizado por anatomistas del s. XVI, mientras que ourḗthrā 'uretra' sólo aparece en su De locis affectis un tratado de patología que interesó menos en la época de la que estamos hablando. Pues bien, podemos afinar mucho más la información de los diccionarios citados a propósito de la supuesta reintroducción de uréter. En efecto, en los comentarios de las palabras de la semana hemos citado en varias ocasiones el nombre del calabrés Nicolaus Rheginus (c. 1280-c. 1350), autor de una traducción del griego al latín en el s. XIV del De usu partium de Galeno. Gracias a esa traducción, que siguió editándose hasta el s. XVI, podemos demostrar que la palabra se usó en la Edad Media en su forma latina ūrētēr, como podemos ver en esta página de la mencionada traducción (justo al principio del cap. XIII del libro V del De usu partium). En fin que, como hemos tenido ocasión de comentar en otras ocasiones, los términos anatómicos que aparecen en francés a mediados del s. XVI en realidad se puede demostrar en muchas ocasiones que son términos que estaban en uso en la Edad Media y no fueron reintroducidos en el Renacimiento. Sobre este particular véase nuestro comentario de tiroides.

En los Erotemas chirurgicos en los que se enseña todo lo mas necessario del Arte de Cyrurgia de Juan Fragoso de 1570 leemos lo siguiente:

«[la urina] passa a otra concavidad o seno de do nascen los vasos ureteres, los quales son huecos, blancos y gruessos a modo de arterias, y muy nerviosos.»

Las referencias bibliogáficas que se han citado abreviadamente pueden encontrarse aquí.

Francisco Cortés. Marzo de 2009.

Introducción al lenguaje científico:
Año: 1527
Esta palabra también aparece en las siguientes entradas:
cólico, ca; orina; pelvis; uretra
ISBN: 8478005722