En el comentario de la semana dedicado a la palabra estetoscopio Fernando Navarro nos presentaba la principal creación terminológica del médico francés René Téophile Hyacinthe Laënnec (1781-1826), figura máxima del grupo parisino de la Charité; podemos ver su retrato (y mucho más) en esta imagen. Laënnec auscultando y enseñando a sus discípulos
Fue un creador importante de palabras científicas y se servía para ello de un buen conocimiento del griego, frecuente en muchos médicos hasta el siglo XVIII puesto que hasta entonces se siguió leyendo a
Hipócrates o
Galeno en las facultades de medicina, pero no tanto en el siglo XIX. Laënnec se doctoró en 1804 con una tesis que llevaba por título (en francés)
Propuestas sobre la doctrina de Hipócrates en relación con la medicina práctica y su famosísima obra sobre la auscultación en la que presentó a la comunidad científica el estetoscopio, tiene en la
portada una cita (un tanto deformada) de Hipócrates:
«μέγα δὲ μέρος ἡγεῦμαι τῆς τέχνης εἶναι τὸ δύνασθαι σκοπεῖν» "Una parte importante del arte (médica) consiste en poder explorar" (en la traducción bastante libre e interesada de Laënnec de un pasaje de Epidemias 3.3.16).
Fernando Navarro en la ampliación a su imprescindible Diccionario crítico de dudas inglés-español de medicina, Madrid (McGraw-Hill) 2005 (2ª edición), que fue publicando en Panace@, concretamente en el nº 13-14, 2003 (se puede leer en el siguiente enlace) dice lo siguiente sobre cirrosis:
«En 1817, Laennec acuñó el término cirrhose, formado a partir del griego κιρρóς (kirrós 'naranja') para referirse a una hepatopatía caracterizada por la coloración amarillo rojiza del hígado... Ocurre, no obstante, que la cirrosis descrita por Laennec se asociaba a un proceso de fibrosis indurativa; lo cual, unido a una confusión entre los términos griegos κιρρóς (kirrós 'naranja') y σκίρρωσις (skírrōsis 'induración') ha contribuido al uso generalizado del término ‘cirrosis’ como sinónimo de ‘esclerosis’ (véase, por ejemplo, la definición que de ‘cirrosis’ da la RAE en su Diccionario), de modo que en los textos médicos no es raro encontrar expresiones como ‘cirrosis pulmonar’ o ‘cirrosis gástrica’.»
Como bien señala Fernando Navarro, la definición del DRAE es un ejemplo clarísimo de definición etimológica, con el problema añadido en este caso de que la etimología es errónea si se está definiendo lo que entienden hoy los médicos por cirrosis. Dice:
«Enfermedad caracterizada por una lesión que se desenvuelve en las vísceras, especialmente en el hígado, y consiste en la induración de los elementos conjuntivos y atrofia de los demás.»
La etimología de la palabra según la Real Academia es cirro 'tumor duro' (=escirro que procede de σκίρρος skírros 'tumor duro'), de ahí lo de induración. Si la Academia piensa que hay dos cirrosis en español debería, entonces, separarlos en dos lemas y poner a cada uno la etimología que le corresponde.
Este error en la etimología, que hemos intentado que sea corregido desde hace más de seis años sin ningún éxito, viene propiciado por el propio Laënnec, porque en el texto en el que introdujo el término cirrosis en los ambientes científicos hablaba también de escirro 'tumor duro'. Podemos leerlo gracias a Gallica en este enlace (en la nota que va de la p. 368 a la 369), o, si se prefiere en un pdf que hemos preparado al efecto para que sea más cómodo. Presentamos el texto que contiene la primera descripción de la cirrosis en toda su extensión, extraído de su famosa y ya citada De l'ascultation médiate, París 1819:
«El hígado, reducido a una tercera parte de su volumen habitual, se encontraba, por decirlo así, escondido en la región que ocupa; su superficie externa, con ligeros mamelones y arrugada, tenía una coloración gris-amarillenta; al cortarlo parecía que estaba compuesto por completo de una multitud de pequeños granos redondos u ovoides, cuyo tamaño variaba entre la de un grano de mijo a la de un grano de cañamo. Estos granos, fáciles de separar unos de otros, no dejaban entre ellos casi ningún intervalo en el que se pudiera distinguir algún resto del tejido propio del hígado; su color era leonado, amarillo rojizo, y en algunos sitios tiraba al verdoso; su tejido, bastante húmedo, opaco, era fláccido al tocarlo más que blando y, al presionar los granos entre los dedos, sólo se conseguía aplastar una parte pequeña, el resto ofrecía al tacto la sensación de un trozo de cuero blando. Nota: Este tipo de producción es, una vez más, de las que se confunden bajo el nombre de escirro. Creo que debo designarla con el nombre de cirrosis por su color. Su desarrollo en el hígado es una de las causas más comunes de ascitis y tiene la particularidad que, a medida que algunas cirrosis se desarrollan, el tejido del hígado es absorbido y termina, como en ese individuo, por desaparecer del todo; en cualquier caso, un hígado que contiene cirrosis pierde su volumen en lugar de crecer en esa cantidad. Este tipo de producción se desarrolla también en otros órganos y acaba por reblandecerse como todas las producciones morbíficas.»
No nos interesa entrar en el debate que suscitó este texto y cómo fue pronto refutada su explicación de que esos granos, a cada uno de los cuales llamaba cirrosis, por lo que hablaba siempre en plural de la manifestación en su conjunto, eran una especie de producción sobrevenida o añadida y no fruto de un desarrollo del propio tejido. Sí nos interesan los aspectos etimológicos, a saber, que lo nombró por el color ya que kirrós en gr. es 'rubio oscuro', entre el rojo fuego y el amarillo, color vino. Imagen de un hígado cirrótico
En su denominación hay un cierto juego de palabras con
skirrós 'tumor duro', pero precisamente pretende distinguirlo y separarlo, evitar que se designe así. Laënnec no desconocía probablemente un texto atribuido por médicos antiguos (
Sorano de Éfeso,
Gynaec. 3.36) a
Erasístrato en el que se menciona la σκίρρωσις (
skírrōsis) 'proceso de induración' del hígado como una de las causas de la hidropesía. Es también verdad que en español se anula en la pronunciación y la escritura la diferencia entre
cirrosis 'proceso patológico de coloración anaranjado oscuro' y
(s)cirrosis 'proceso patológico de formación de tumoraciones duras', pero basta con comparar la forma de la palabra en francés (
cirrhose), inglés (
cirrhosis), alemán (
Zirrhose), etc. para que quede perfectamente clara cuál es la etimología real de
cirrosis, pues de haberse usado la palabra de Erasístrato se habría escrito
scirrhose,
schirrosis, etc. De hecho, en inglés existe
scirrhosity que se define como 'induración patológica de un órgano o parte de él'. Por otra parte, no cabe duda de que el uso moderno de
cirrosis se debe a la acuñación de Laënnec y de hecho durante muchos años se habló de
cirrosis de Laënnec.
Laënnec era un especialista en colores y también le debemos la creación de melanosis. Pero esa es otra historia.
Antes de acabar, queremos insistir en nuestra profunda admiración por el Diccionario de la Real Academia, una de las fuentes principales de Dicciomed. Sencillamente creemos que con un pequeño esfuerzo se podrían corregir errores señalados y bien conocidos en sus etimologías.
Francisco Cortés. Febrero 2009.