fr. anaphylaxie [aná ἀνά gr. 'de nuevo' (sign. 1 'hacia arriba') + phylak- φύλα-ξ/-κος gr. 'guardián' + -síā gr.]
Leng. base: gr. Neol. s. XX. Acuñada en 1902 en fr. por P. Portier y C.R. Richet.
Comentario
Cambio de significado por errores en la acuñación
Hace unas semanas mantuve un intercambio epistolar (si es que los correos electrónicos alcanzan la categoría de epístolas) con Juan Manuel Igea Aznar, médico especialista en alergia e inmunología de Salamanca, a propósito de un reciente artículo suyo ”The history of the idea of allergy”, Allergy, 2013; 68: 966–973, sobre el término anafilaxia, concretamente, cómo lo entendió su creador y cómo lo entendieron después otros estudiosos. La confusión se debió a los errores cometidos por el propio Charles Robert Richet que fue quien acuñó realmente la palabra con la colaboración en segundo plano de Paul Jules Portier en 1902. Richet consiguió de hecho el premio Nobel de medicina y fisiología en el año 1913 por sus trabajos sobre esta cuestión.
Portier, que colaboró en la acuñación del término, lo cuenta así:
En la comunicación en 1902 que hicieron Richet y Portier a la Société de Biologie (que es, por decirlo así, la partida de nacimiento del término) se dice lo siguiente:
No cabe duda a partir de estos testimonios que el primer elemento de anafilaxia no es, como uno esperaría, el prefijo griego ana- con el valor de ‘de nuevo’ (así, por ejemplo en anamnesis), o ‘con intensidad’ (que se ve muy bien, por ejemplo, en aneurisma), sino el prefijo privativo o negativo a-/an-. Poco griego sabían Richet y Portier porque cometieron un grave error al cambiar alegremente y sin ninguna necesidad, “por motivos eufónicos”, según declara Portier, aphylaxie con a- privativa por anaphylaxie con un ana- en el primer elemento de su compuesto, que para Richet y Portier tenía un valor negativo, pero que sus colegas alemanes e ingleses, de acuerdo con sus conocimientos de griego y su uso en lenguaje científico, entendieron que debía de tener el valor de ‘de nuevo’, ‘reincidencia’, ‘con intensidad’. Estos significados, que son los propios de aná como elemento compositivo, casaban muy bien con experimentos que consistían en observar las reacciones a la administración sucesiva de un tóxico, cómo en la segunda administración, en lugar de aumentar el efecto protector esperado, ocurría lo contrario y los animales usados en el ensayo morían (1). Por ello no es de extrañar que se empezara a asociar el término con hipersensibilización por exposición repetida al tóxico. Este concepto de reincidencia que provoca hipersensibilización aparece en las definiciones antiguas y actuales de anafilaxia. Es decir, se ha entendido casi desde el mismo momento de la acuñación de anaphylaxie el ana- inicial como ‘de nuevo’ o ‘con intensidad’ y no como negación como habían pretendido Richet y Portier. En 1906 un investigador alemán traduce anaphylaxie como “Überempfindlichkeit” ‘hipersensibilización’, como puede verse en este enlace. En la primera cita inglesa del Oxford English Dictionary de anaphylaxis, fechada en 1907, se entiende la palabra también como “increased susceptibility”. Esa es la explicación del ana- que da, por ejemplo, el citado OED, la fuente más fiable para cuestiones etimológicas de vocabulario científico. El propio Richet en su discurso en 1913 al recibir el Nobel, informado ya sin duda de lo que significa ana- en griego, da la impresión de hacer equilibrios entre el valor original que él le dio a su acuñación y el que de hecho tiene cuando se entienden sus elementos en su valor consagrado. Declara:
Por referirnos a definiciones modernas, el DRAE empieza la suya con “Sensibilidad exagerada ...”, la del Diccionario de Términos Médicos de la RAM empieza también “Manifestación de la hipersensibilidad inmediata ...”.
Juan Manuel Igea Aznar precisamente está preparando un artículo sobre “cómo los antiguos términos inmunológicos, basados en un conocimiento incompleto del sistema inmunitario, resultan ser ahora confusos y conducen a errores de comprensión.” Creemos que será de gran utilidad porque como vemos la situación es bastante confusa.
Francisco Cortés. Octubre de 2013.
(1) J.P. Revillard, 2003, “Immunologie et allergie : le péché originel de l'anaphylaxie”, Histoire des sciences médicales, 37, 479-487. S.G. Cohen & J.C. Mazzullo, 2009, “Discovering anaphylaxis: Elucidation of a shocking phenomenon”, J. Allergy Clin. Immunol., 866-69.
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Año: 1902